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Guerra Mundial Z: Crítica y avance

Hemos tenido el placer de asistir al preestreno de «Guerra Mundial Z» (Plan B Entertainment, 2013) un mes antes de su estreno en España. La película ha sido dirigida por Marc Forster («Monster’s Ball», «Quantum of Solace») y protagonizada principalmente por el incombustible Brad Pitt y por Daniella Kertesz. Ha sido rodada en localizaciones diversas, incluyendo Malta, Londres, Budapest y Escocia.

La película nos sitúa en un panorama sombrío: el inicio de una pandemia zombie a escala global. De origen desconocido, esta enfermedad ha superado las defensas de la gran mayoría de los países y ha desatado una oleada de caos y violencia sin precedentes. En este clima de desesperación el uso de las armas contra los afectados es sólo una medida parcial, por lo que la Organización de las Naciones Unidas recurre a uno de sus investigadores de élite ya retirados, Gerry Lane (interpretado por Brad Pitt). En Lane recaerá la tarea de recorrer el mundo en busca de una solución alternativa.

Así comienza una obra de acción pura cuya principal fortaleza se halla en la interpretación del estadounidense Brad Pitt. El actor encarna a un personaje de poco trasfondo, contexto y palabras con una variedad de expresiones de preocupación, espanto y decisión que consiguen que el público se sienta sumergido en la película. Además, los peligros a los que se enfrenta y la manera como sobrevive a ellos consiguen que no se le asocie con la clásica suerte del protagonista, sino que se le vea como un superviviente que ha tenido que abrirse su propio camino a través de luchas encarnizadas. Como anécdota, diremos que el público no pudo evitar aplaudir tras uno de sus gestos.

Claramente, y para desagrado de los seguidores de la novela original, esta película poco tiene que ver con su herencia literaria. Allí donde la novela trataba en profundidad la situación política y social de una hecatombe zombie, la película presenta tiroteos y persecuciones continuas que, si bien resultan trepidantes y escabrosas en extremo, quedan lejos de resultar un desafío o siquiera un pequeño esfuerzo para la mente. Del mismo modo los diversos personajes son únicamente herramientas en pos de la acción, por lo que cuentan con poco o nulo contexto, diálogo y, en ocasiones, hasta inteligencia, creando un sinfín de papeles prescindibles, hasta el punto de que algunos son presentados en profundidad para morir cinco minutos después de la manera más torpe y absurda. Por supuesto, la situación social y política del mundo tiene su lugar en la película, pero a un nivel relativamente anecdótico. Por otra parte no podemos desvelar aquí detalles sobre hasta qué punto se desvela el misterio del origen y el funcionamiento de este misterioso mal, pero podemos decir que no se responden todos los interrogantes, seguramente en un intento consciente de facilitar la aparición de una secuela más adelante, lo que no debiera extrañarnos. De hecho, la voluntad de generar ciertos interrogantes muy concretos y dejar algunos de ellos sin respuesta es tan evidente que hasta el espectador distraído lo percibe, y en ocasiones casi puede ver a los diversos personajes mordiéndose la lengua y riendo entre dientes para no expresar información adicional. Si se quiere, podemos pensar en ella (no sin cierto sarcasmo) como en una obra heredera de la escuela literaria de Philip K. Dick, en la que los interrogantes, no saber, es un aliciente en sí mismo. Sin embargo, los interrogantes que sí se responden acostumbran a resultar incómodos para cualquiera que tenga un mínimo conocimiento científico, y a menudo desafían a la lógica.

Respecto al ritmo en el que se desarrolla la historia, la mitad exacta de la película es un punto de inflexión en el que la cadencia de la acción cambia de repente y en gran medida. Evitando spoilers, diremos que sus mitades casi constituyen películas distintas, pero ambas válidas y disfrutables. Sólo al espectador le corresponde juzgar lo acertado o no de este hecho en virtud de sus gustos personales.

Finalmente, el apartado musical de esta película es agradable y trepidante, con la aportación de grupos como Muse a su banda sonora.

Como conclusión, podemos decir que esta obra es un intento más de dar una vuelta de tuerca al género de los muertos vivientes, tan de moda estos día. Sobrina de «28 días después» (DNA Films, 2002) y prima de «The Walking Dead» y «The last of us» (Naughty Dog, 2013), «Guerra mundial Z» es una película trepidante, visualmente impactante, de ritmo irregular y decididamente no demasiado inteligente ni en lo argumental, ni en sus personajes, ni en su visión científica, social y política de una pandemia zombie, pero decididamente recomendable para pasar un buen rato.

La película se estrenará en España el día 2 de agosto de 2013.

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