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Fiestas Tenebrosas: Payasos asesinos en el cine – Parte II

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Los payasos en el universo del séptimo arte en multitud de ocasiones han sido representados como seres sin alma, con un instinto criminal que roza lo siniestro.

En el artículo anterior, Fiestas Tenebrosas: Payasos asesinos en el cine – Parte I, recordábamos algunos de los bufones homicidas más populares de la historia del cine.

De nuevo continuamos con la lista (¡contiene spoilers!), esta vez agregando a esos payasos más conocidos en el mundillo de ciencia ficción o del cine de terror de culto.

Cheezo, Bippo y Dippo

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Días antes de Halloween, tres psicópatas se escapan de un manicomio y tras matar a unos payasos de un circo ambulante y tomar sus identidades empiezan a asustar y amenazar a tres hermanos que se quedan solos en casa.

Tomando prestada como referencia slasher films de los años 70 y 80 como “Halloween” (1978) por ejemplo, en “Clownhouse” (1989), la tensión se centra en la persecución de los jóvenes, temporalmente sin vigilancia adulta, por los tres maníacos asesinos sin identidad reconocida ya que en este caso esconden sus rostros con varias capas de maquillaje para payasos.

A diferencia de Michal Myers de “Halloween”, estos bufones se quedan con la intención en muchas ocasiones y a pesar de sus ansias homicidas, parecen ser bastante patosos cuando quieren atrapar a alguno de los chicos.

Una vez dentro de la casa, estos bufones juegan al perro y al gato con sus víctimas. Acorralan a los protagonistas en su domicilio no sólo para quitarles de en medio en un abrir y cerrar de ojos, sino que como cualquier bufón que se precie, ellos prefieren entretener a sus espectadores con sus trucos más asombrosos y escalofriantes.

Su juego consiste en aparecer y desaparecer ante ellos de forma misteriosa dándoles esa sensación de duda sobre si lo que han visto o oído es realmente real o una mera pesadilla. Tras mostrar su siniestro ‘espectáculo’ circense de psiquiátrico, intentan ponerse en acción y con sus propia fuerza física hacen todo lo posible por eliminar a los chicos.

Momento bufón: la escena en la que Randy, el hermano mayor, sube solo al ático para arreglar el fusible de la luz, dónde uno de los payasos le persigue silenciosamente. Acto seguido Randy se disfraza de bufón para asustar a sus dos hermanos, pero al pasar por una puerta acristalada, en el exterior uno de los asesinos mímicamente imita sus movimientos y cuando éste se acerca para ver quién hay detrás…

Capitán Spaulding

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“La Casa de los 1000 Cadáveres” (2003) de Rob Zombie cuenta la historia de dos parejas de jóvenes que viajan a través de la América profunda en busca de curiosidades turísticas para plasmarlas en una novela.

En el camino se encuentran a un hombre que se hace llamar Capitán Spaulding y que les cuenta la leyenda sobre el homicida conocido como el Dr. Satán, un cirujano algo sádico que su genialidad consistía en intentar crear una raza de superhéroes con enfermos mentales.

Los protagonistas, curiosos por saber más sobre la leyenda urbana, acaban en la “Casa de los 1000 Cadáveres”, donde una familia de psicópatas carnívoros les “acogen calurosamente”.

Gamberro, divertido, provocador, agresivo, violento, teatral y muchas otras caras muestra Sid Haig con su majestuosa interpretación del payaso Spaulding -que también aparece en la secuela “The Devil’s Rejects” (2005). Él, con su vena publicitaria, atrae al público hasta su espectacular “Museo de Monstruos y Descerebrados” y una vez capta la atención y curiosidad de los visitantes de ciudad deseosos de encontrar los mitos desconocidos del mundo rural, les cuenta la historia del Dr. Satán y les da direcciones para llegar a lugar donde supuestamente pueden encontrarse el árbol donde colgaron al médico plástico.

A pesar de que los miembros de los Firefly, habitantes de la casa más tétrica desde los personajes de la “Matanza de Texas”, son los encargados de asesinar a los que pasan por allí, el bufón tiene sus momentos para despacharse a gusto con sus víctimas. Su truco: aparentar ser divertido, con sus camisetas con mensajes obscenos, sus bromas y su risa de desequilibrado mental, pero una vez intentas vacilarle éste saca su faceta más salvaje.

Momento bufón: la escena que entran dos hombres a robar a la gasolinera en la que trabaja el Capitán. Uno de los ladrones le amenaza, se mete con su aspecto y le pide que le dé el dinero de la caja. Aunque el payaso no titubea ni un segundo, no es hasta que alguien irrumpe en la tienda que aprovecha para pegarle un tiro en la sesera. Luego le pisotea y todo chulo dice: “Joder, el muy cabrón me ha manchado de sangre mi mejor traje de payaso”.

Violator (Clown)

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Conocido en el mundillo literario por ser el mayor de los hermanos demoníacos Phlebiac y el mayor enemigo del personaje de cómic Spawn, éste apareció por primera vez en el primer libreto del superhéroe en Junio de 1992.

Clown, el alter ego de Violator, se caracteriza por ser tan o más sanguinario que el gran Joker (incluso llegó a exterminar a su propio progenitor), y como él, su única misión es sembrar el caos a través de las manipulaciones y presiones creadas a ciertos seres humanos entre ellos Jason Winn, homicida del asesino a sueldo Al Simmons (Spawn) y por sus métodos para atacar a Spawn.

En el filme, en la piel de un irreconocible John Leguizamo, Clown muestra su lado más vicioso y corrupto dejando en un segundo plano su faceta de asesino sanguinario.

Normalmente éste tiene apariencia de un demonio de unos pocos metros de altura con un cuerno en la espalda y colmillos afilados, pero cuando se encuentra en el mundo humano él es una criatura que tiene la forma de un bufón rechoncho con la cara pintada de blanco y con una M azul en el centro.

En la versión fílmica no sólo la fisionomía del payaso hace que el personaje sea considerado poco peligroso, sino que también su forma de actuar es más propia de un adolescente salido con dotes esporádicas de asesino del infierno.

No obstante, una de las secuencias consigue que nos recuerde al Joker (aunque quizá en sus inicios) en su vertiente de asesino caótico y anárquico. En la escena se ve a Clown conduciendo un camión llevándose inmobiliario urbano por doquier e intentando quitar de en medio a Spawn, el cuál va en una motocicleta al estilo Batman, y mientras va haciendo chocar los vehículos entre ellos, dispara con saña al mercenario reconvertido en superhéroe.

Momento bufón: la escena en la que Clown se transforma en Wanda, la viuda de Simmons (Spawn) y le pega una navajazo al héroe en el cuello. Acto seguido se va convirtiendo en Clown poco a poco, pero aprovecha los pocos segundos como Wanda para magrear su propio cuerpo mientras suelta alguna que otra obscenidad. Luego continúa el espectáculo con su toque personal de bufón mafioso y dice eso de: “Destruye el cosmos, pregunta después. Pero antes os masacraré a todos vosotros. Después saborearé la crema de Wanda… La boca se me hace agua”.

Horny The Clown

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“Drive Thru” (“Fast Food Killer”, 2007) explica la historia de Mackenzie Carpenter, una chica a punto de cumplir la mayoría de edad que empieza a recibir mensajes sobrenaturales de un asesino en serie con vestimenta de payaso y que tiene aterrorizados a los jóvenes del condado de Orange, California.

Conforme se van sucediendo los crímenes, Mackenzie se da cuenta que los mensajes, encriptados en diferentes tipos de gadgets, predicen quienes serán las próximas víctimas del asesino de masas y que tanto ella como los estudiantes aniquilados tiene conexión con el bufón.

A partir de ese momento, la chica se pone en marcha para acabar con el payaso antes de que éste la convierta en el ingrediente principal de su carnicería estudiantil prevista para el cumpleaños de la joven, también una fecha significativa para el payaso.

La película se basa en algo tan simple como los muñecos fetiche iconos de los fast food norteamericanos y los convierte en símbolos de la destrucción humana. El villano es uno de los trabajadores que se disfraza como Horny The Clown, la mascota de ‘HellaBurger’, una cadena de restaurantes de comida rápida, que regresa de ultratumba para vengarse de aquéllos que acabaron injustamente con su vida tiempo atrás.

Como si de Buster de “Todos Gritamos por un Helado” (“Masters of Horror: We All Scream for Ice Cream”, 2007) se tratara, Horny utiliza los utensilios propios del HellaBurguer- en vez de polos del infierno usa entre otras cosas aceite fritanguero- para meter miedo y de paso encajar unos pocos hachazos por el camino y degollar a sus ‘clientes’, como no, regodeándose en el acto.

Como cualquier asesino de película slasher contemporánea, lo importante para Horny no es tan sólo llevar a cabo su vendetta lo antes posible y por tanto, aniquilar de la forma más simple a aquéllos quienes le robaron su existencia, sino que lo divertido para alguien tan desequilibrado como él, es que haya lugar al quid pro quod, ensañarse con sus víctimas y crear esas atmósferas tan gores para ver como sufren. Ya se sabe, ojo por ojo, diente por diente.

Momento bufón: la escena donde aparece Horny por primer vez. Una pareja de raperos blancos irrumpen por separado en el HellaBurguer cuando está cerrado para escarmentar al que se encuentra sirviéndoles en el servicio Auto-HellaBurguer. Uno de ellos oye un ruido en la cocina y cuando entra, se encuentra a su amigo con la cabeza metida en la freidora. Cuando le intenta levantar, a éste se le cae la piel de la cara al suelo y por detrás con voz robótica y amenazante se oye a Horny diciendo algo así como: “¿Quieres patatas fritas con eso?”.

Dead Clowns

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En “Dead Clowns” (2003), un pequeño pueblo portuario de Florida se ve sacudido y amenazado cuando un huracán trae consigo a unos seres deseosos de carnaza humana. Medio siglo atrás un tren de un circo ambulante cayó al río tras derrumbarse un puente. Tras las labores de rescate el carruaje de los payasos no fue encontrado y los bufones ahora convertidos en zombies regresan al pueblo para vengarse de aquéllos que les dejaron morir ahogados y aquéllos quienes borraron de su memoria el fatal accidente.

Estos bufones carnívoros que parecen una combinación de los villanos moluscos de “Piratas del Caribe” y los zombies de “La Noche de los Muertos Vivientes” (“Night of the Living Dead”, 1968) se caracterizan por entrar con sigilo a las casetas de sus víctimas y una vez cara a cara con ellos utilizan cualquier utensilio doméstico, ya sean martillos, cuchillos jamoneros o hachas para destripar y engullir distintas partes de sus cuerpos.

A pesar de llevar olvidados bajo el agua 50 años, se toman la venganza con parsimonia ya que la mitad de los habitantes del pueblo les da tiempo de sobra a cerciorarse de que son amenazados por estos sanguinarios payasos.

Prueba de ello es la secuencia en la que uno de los zombies abufonados empieza a romper con un hacha la puerta de la habitación donde se encuentra una de sus víctimas y es en ese momento en que el espectador espera a oir algo escalofriante como: “Here’s Johnny” (“El Resplandor”, 1980), desgraciadamente se queda con la visión de un payaso patoso clavado en la puerta intentando atrapar al que hay detrás.

Momento bufón: la escena en la que uno de los payasos atrapa a una de las protagonistas en la cocina y aprovecha para utilizar un termómetro de cocina afilado para sacarle el ojo salvajemente.

En las dos partes de este artículo hemos revivido varios de los momentos más inquietantes en el mundo del celuloide contando como protagonistas a los payasos asesinos más siniestros y perversos que la mente humana puede imaginar.

No obstante, ésta es una pequeña lista de los 10 bufones más mortíferos de la gran pantalla, pero en nuestra memoria quedan otros candidatos como Hellbreeder, Gacy, Killjoy, Buster y un largo etcétera.

Este top 10 demuestra que el mundo del payaseo, por muy inocente que pueda parecer, trae consigo una estética ya de por si estremecedora para muchos y si además lo juntamos a los ideales de un demente asesino de película, pues el espectador se queda como Georgie de “It el Payaso”: flotando como los globos de colores, pero flotando de canguelo.

*Esta entrada, Fiestas Tenebrosas: Payasos asesinos en el cine – Parte II, es una revisión de un artículo previamente publicado por la editora de Hot BuZz (mag) en el portal de cine fantástico Scifiworld.es.

Escrito por Thaïs Parvez

Creadora de Hot BuZz (Mag). Periodista, productora de contenido SEO-friendly (EN, ES & CAT), rockera, guitarrista y amante de los viajes y la fotografía.

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