¿Puede algo como la muerte ser visto como una salida al sufrimiento? ¿Y si es así, es realmente tan fácil encontrarla, tal y como vemos continuamente en la industria de la ficción, o la capacidad infinita del ser humano para meter la pata puede convertir un suicidio en una colosal montaña de sorpresas y complicaciones? Estas y otras cuestiones pretende tratar Gonzalo Bendala en su último trabajo y primera película: «Asesinos Inocentes» (Áralan Films, 2015).
La película empieza presentándonos a Francisco Garralda (interpretado por Maxi Iglesias), un universitario aparentemente típico, amante de la diversión, de los amoríos pasajeros y de pasar ratos agradables con su grupo de amigos en cualquier bar caída la noche. No tan típica es la cantidad de desgracias que lo acompañan: es un estudiante desastroso, pícaro sin remedio y cargado de deudas hasta el cuello. Aparentemente incapaz de terminar con éxito la carrera y licenciarse, su desesperación y su necesidad de dinero inmediato llegan a su punto más alto. Es entonces cuando Sebastián Espinosa, su profesor de filosofía (interpretado por Miguel Ángel Solá) le propone un trato extraño y arriesgado. Garralda tendrá su aprobado a cambio de realizar un trabajo aparentemente sencillo: asesinarle.
«Llegar a realizar «Asesinos Inocentes» era para mi una espinita que tenía clavada» – Gonzalo Bendala
Así empieza la recién estrenada «Asesinos Inocentes», dirigida por Gonzalo Bendala y protagonizada por Maxi Iglesias (Hospital Central, Física o química), Miguel Ángel Solá (El Alquimista Impaciente), Luis Fernández, Aura Garrido (Viral, El Cuerpo), Javier Hernández y Alvar Gordejuela. La película ya ha cosechado el premio del Festival de Málaga, en la Sección oficial de largometrajes.
Este thriller, sencillo pero con una gran capacidad para sorprender, se mueve a medio camino entre la seriedad y la comedia, entre la amargura de la mortalidad y los sentimientos más entrañables. Logra transmitir al espectador un espectro tan amplio de actitudes y emociones que cuesta situarla sin ninguna duda en un género concreto, y logra, sin pretenderlo ni esforzarse excesivamente, transmitirle a su historia una buena dosis de credibilidad. Excluyendo algunos giros concretos de guión excesivamente bienintencionados, esta obra es un compendio continuo de sorpresas y entrañables equivocaciones criminales.
Sobre la interpretación, esta película presenta a pocos y bien definidos personajes. Todos los actores cumplen dignamente con su papel, especialmente Miguel Ángel Solá en su rol del profesor argentino de psicología, y Alvar Gordejuela y su irritante personaje. Únicamente Aura Garrido presenta una actuación estereotipada y algo prescindible, aunque casi con total seguridad debido a las limitaciones que le impone el guión más que por su calidad interpretativa.
«Conforme avanza la historia, la línea entre lo que es o no correcto empieza a difuminarse en la mente de Garralda» – Maxi Iglesias
En conjunto se trata de una película española que no se deja limitar o encasillar por su nacionalidad, una experiencia sencilla y entretenida pero de calidad y, por encima de todo, un gran amasijo de sorpresas entre lo entrañable y el humor negro más desternillante.
A continuación encontraréis la entrevista que el actor Maxi Iglesias y el director Gonzalo Bendala realizaron para Hot BuZz:
Hot BuZz – ¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?
Gonzalo Bendala – Siempre he querido hacer cine. Tenía que hacer una primera película y decidí que «Asesinos Inocentes» era el proyecto ideal porque, en parte, era para mi una espinita que tenía clavada. Es una historia que llevaba desarrollando muchos años, llevaba muchísimo tiempo en mi cabeza, entre otras tantos proyectos e ideas. Sin embargo sí que le tenía mucho cariño, y a la hora de decidir en qué basar mi ópera prima, me decidí por ella.
Está inspirada en un suceso real que transcurrió en la América de la ley seca, en los años 30, y que se dio a conocer mundialmente como el asesinato más desastroso de la historia. Pensé que tenía muchos ingredientes a los que se le podría sacar partido.
«El trailer muestra una premisa aparentemente muy clara y luego el espectador no se espera los giros que toma la película. Definitivamente no se los espera» – Maxi Iglesias
HB – ¿Qué puedes contarnos de la cuestión de los cástings?
GB – Pues los mejores, claro (risas). En la elección de actores, por un lado tenemos al profesor Espinosa, y por el otro al resto del reparto, compuesto por actores jóvenes. Para mi ópera prima necesitaba actores jóvenes pero efectivos, solventes, con cierta experiencia. Para ello, no hay mejor lugar donde buscar que la televisión. Para mi era el escaparate ideal donde poder ver sus habilidades y qué tipos de personaje podían darme determinados actores. De ahí salieron tanto Maxi como Alvar Gordejuela, quien fue para mi una revelación. A Maxi ya lo tenía muy en mente, pero Alvar fue una sorpresa. Respecto a Miguel Ángel Solá, me recomendaron que hablara con él. Es un actor con muchísima trayectoria, con premios internacionales a sus espaldas. Además, es argentino, con lo que encajaba muy bien con el personaje. Psicólogo y además argentino, perfecto (risas). Lo cierto es que ha sido un lujo trabajar con él.
HB – Dice que se inspiró en un suceso real para esta historia. ¿Tanto a nivel de argumento como de rodaje, en el terreno del cine hay alguna otra referencia en la que se hayan basado para realizar esta película?
GB – A nivel estético, y sobre todo de fotografía, nos inspiramos en películas no tanto de suspense como dramáticas, en ambientes universitarios principalmente. Por ejemplo, a nivel estético fue una inspiración «Rounders» (Miramax, 1998), «Sleepers» (Warner Bros, 1996), etc. Todas ellas fueron referentes visuales. En cuanto a la realización, movimientos de cámara, etc. fue todo para favorecer a la historia. No se buscó hacer experimentos en este sentido, sólo desarrollar la narración lo mejor posible. En parte fue por el poco tiempo que teníamos y las numerosas localizaciones donde transcurre la obra; no podíamos permitirnos excesivos lujos.
HB – En cuanto a ti, Maxi, háblanos un poco de tu personaje.
Maxi Iglesias – Bueno, mi personaje es un chico que básicamente es un desastre, está bastante apurado academicamente. Suspende y no va a conseguir el título, que necesita para trabajar, y necesita trabajar sea como sea porque no tiene dinero, vive con su padre y les van a echar de casa por impago. Todo esto hace que acuda de una forma un tanto desesperada al profesor Espinosa para conseguir el aprobado. Este acepta a cambio de que mi personaje realice un trabajo para él, y este trabajo consiste básicamente en matarle. En un principio es una propuesta absurda para él, ni lo ve posible, pero conforme avanza la historia ciertos factores, incluida la situación del profesor, lo presionan y la línea entre lo que es o no correcto empieza a difuminarse en la mente de Garralda.
HB – ¿Qué hay de ti en este personaje?
MI – Sobre todo, creo que hay cierto parecido en cuanto a su convicción y a no bajar los brazos en una situación adversa. El hecho de mantenerse firme y, pese a lo que caiga, intentar avanzar. En cuanto al resto, la verdad que poco (risas). Quizá, como dice el profesor, en cuanto a dotes de liderazgo, pero no porque me guste mandar; mi personaje sí que creo que tiene ese punto de «aquí se va a hacer lo que yo diga». Tiene un punto egoista, también. Yo nunca liaría a mis amigos en esta clase de asuntos de la manera en que él lía a los suyos. Creo que fueron todas estas diferencias las que me hicieron adentrarme en el personaje. La historia me gustaba, pero temía que el personaje cayera mal o el espectador no empatizara con él, fue una negociación constante con Gonzalo el dotarlo de estos matices más humanos.
HB – ¿Cual crees que es el mensaje de la película?
GB – Lo que comentábamos: que por muy mal que se pongan las cosas, siempre hay solución. La cuestión es encontrarla y tener paciencia.
MI – Una de las cosas que más me gustan de la película es el final; con todo lo que pasa, el mensaje final que tiene. Me parece algo muy emocionante, la verdad. La habré visto como ocho veces pero sigue despertando una variedad de emociones muy grande. Hay reacciones de todo tipo. El otro día me comentaban incluso «se me ha saltado una lagrimilla al verla». Me parece bestial que algo tan sencillo tenga ese efecto.
GB – Yo creo que sobre todo la gente se lo pasa bien con la película. De hecho termina la película y a la gente se la ve feliz, agradecida por ese rato agradable.
«Es una película inesperada, de las de antes. No se arrepentirán» – Gonzalo Bendala
MI – Sí, sobre todo sorprendida. El trailer muestra una premisa aparentemente muy clara y luego no se esperan los giros que toma la película. Definitivamente no se los esperan. El espectador consigue salir de la tensión de la película gracias a los toques de humor negro ocasionales. Eso es importante, y facilita que la película se pase rápida. Parece ser una película mucho más oscura de lo que en realidad es. En realidad es una obra muy vitalista.
HB – ¿Hay alguna anécdota curiosa del rodaje que podáis contarnos?
MI – Yo tengo una. Hay una secuencia en que aparece una vecina super sospechosa. Yo me preguntaba si no sería demasiado evidente o exagerado. Es lo bueno que tiene Gonzalo; él es muy juguetón, como digo yo. A veces le gusta despistar y ese era uno de esos puntos de despiste. Incluso una vecina puede ser el detonante de que todo se venga abajo, o pase algo. Lo curioso es que, mientras lo pensaba, estábamos rodando en un bloque de edificios y en ese momento subió una vecina real idéntica al personaje, con la misma cara de sospecha, preguntando qué estaba pasando ahí (risas).
HB – ¿Si tuvieseis que definir «Asesinos Inocentes» en una sola frase, cual sería?
GB – Sorprendente.
MI – Sorprendentemente intrépida y… ¿Cómo era? Tenía la frase perfecta pero ahora no la recuerdo (risas).
HB – ¿Con quien os gustaría hacer una película en un futuro?
GB – ¡Con Maxi Iglesias!
MI – ¡Con Gonzalo Bendala! (risas) En Miami la gente le preguntaba cuantas películas había hecho y al decir que era la primera la gente no se lo creía. No daban crédito. Gonzalo nos tenía a todos muy engañados. Es una persona abierta que escuchaba nuestras ideas aunque no las aceptase todas, y eso es algo bonito de encontrar en un director esas circunstancias.
GB – A mi me gustaría repetir con el resto del reparto joven. Miguel Ángel no fue una sorpresa, pero trabajar con Luís Fernández, con Javi Hernández, etc. me ha hecho sentir privilegiado, por la suerte de contar con ellos para mi primera película.
HB – Última pregunta. ¿Cómo os gustaría veros dentro de diez años?
GB – Haciendo cine, esperamos. He de decir antes de acabar que Sevilla ha sido un apoyo descomunal para el proyecto. Su gente se ha involucrado mucho y ha habido expectación. Animamos a todo el mundo a verla, a darle su apoyo y a disfrutarla tanto como nosotros hemos disfrutado haciéndola. Es una película inesperada, de las de antes, y sin ninguna pretensión. No se arrepentirán.
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