Ser uno de los mejores guitarristas del planeta es todo un reto.
Algo más de tres décadas han pasado desde que el guitarrista norteamericano Paul Gilbert lanzó su disco de debut con la banda de heavy metal Racer X y el primer álbum con el super grupo Mr. Big, pero no fue hasta tomar su camino en solitario que su carrera se disparó de forma meteórica.
En su discografía se incluyen más de 30 discos y, hoy por hoy, es considerado, junto a artistas de la talla de Joe Satriani y John Petrucci (sus compañeros en la gira G3 de 2007), como uno de los mejores guitarristas del mundo.
De hecho la revista GuitarOne le nombró en 2011 como uno de los guitarristas 10 más rápidos de todos los tiempos.
El mítico músico estuvo recientemente en Barcelona para presentar su último disco «I Can Destroy» y en Hot BuZz (mag) aprovechamos la oportunidad para charlar con él minutos antes de su directo en la Sala Bikini y justo después de haber presenciando la alucinante jam session para el soundcheck.
HB – Empecemos hablando sobre tu último disco «I Can Destroy». ¿Cuál fue el principal foco de inspiración?
El principal tema de inspiración… Lo primero que me viene a la mente es que tenía un montón de letras. Estaba haciendo un clinic tour en Europa y cada día pasaba en el coche como 3 o 4 horas. Yo era el pasajero y no tenía mucho que hacer así que empecé a reflexionar sobre mi vida y las ideas para las letras empezaron a fluir. Las guardé en mi iPhone y cuando llegué a casa tenía como 40 o 50 piezas. Empecé a juntarlas y luego a añadirle música.
Me encanta escribir canciones de esa manera, primero letras y luego música. Es más fácil que hacerlo al revés.
HB – Entonces, las letras se basan en tus experiencias personales.
En parte hay algo bonito en la idea de hacerse mayor: tienes sobre lo que escribir. Cuando empecé de adolescente podía tocar bien la guitarra, pero escribir canciones era muy difícil. Cuando eres joven no hay mucho de lo que escribir.
HB – Obviamente eres un músico versátil y mezclas muchos estilos, pero ¿cómo crees que se diferencia el sonido de «I Can Destroy» de tus álbumes anteriores? ¿Cómo crees que tu música ha evolucionado con el paso de los años?
Iba a decir que fue grabado en directo, pero muchos de mis discos anteriores también se grabaron de esa manera, así que… Este disco fue diferente por dos motivos. Uno: porque Kevin Shirley era el productor; y dos: porque yo sabía que él iba a ser el productor y eso hizo que lo preparase de forma diferente.
HB – Pero ya habías trabajado con él anteriormente.
Sí, trabajé con el con Mr. Big. Sabía cómo trabajaba y sabía que sólo tendría una o dos oportunidades de grabar una canción porque [tras dos tomas], él soltaba un: «¡Nos vale!» y ahí se queda. Por eso sabía que tenía que ir preparado.
A veces cuando voy al estudio de grabación no estoy tan preparado y pienso: «Tengo la idea general de la canción, haré 40 overdubs y saldrá todo genial». Al trabajar con Kevin había más presión, pero era un tipo de presión positiva. Te hace pensar y tocar diferente.
HB – Por lo que cuentas el proceso de composición fue diferente al de discos anteriores.
Fue casi como un concierto en directo. La idea es tocar algo que funcione y si quieres sacar algo nuevo y complicado, es mejor ir preparado.
Además de grabar, Kevin también sabe cómo sacar un sonido increíble. Somos una gran banda con tres guitarras, un puñado de armonías y yo tuve la posibilidad de coger todo eso y hacer que funcionara. No fue desarreglado, para mí fue una grabación de lo más pulida y supongo que esa fue una de las cosas que la hizo diferente.
En parte fue similar a cuando en los 90 grabé el álbum «Alligator Farm» [fue publicado en el 2000], básicamente una grabación en directo, pero por aquél entonces usaba mucha más distorsión que ahora. Aunque cuando tocabas en limpio sonaba un poco ruidoso y con éste [disco], como tenía un equipo diferente, fue más como tocar tipo blues. Mi estilo de hecho se está volviendo más bluesero.
Actualmente Freddy Nelson toca la eléctrica, pero para sus discos en solitario suele usar la acústica, así que tiende a ser un sonido más limpio y si las tres guitarras no tocan del todo distorsionadas, puedes escuchar las partes de forma más clara.
HB – ¿Cómo definirías el álbum «I Can Destroy»?
La idea del título viene de mi hijo. Cuando estaba de lleno con la composición del disco, él tendría como un año. Para él era todo nuevo. Cualquier cosa que le daba, él primero la miraba y luego la destruía. Me di cuenta entonces de que no lo hacía porque estuviera enfadado, sino porque quería saber para qué servía. Estaba explorando. Lo hacía a un nivel más primitivo, pero incluso los mejores científicos del mundo hoy en día siguen haciendo eso. Cuando desean saber sobre la física de los átomos, toman dos y los hacen chocar para ver qué pasa. Es como un método de descubrimiento humano.
HB – Hablemos sobre tu nueva gira, ¿qué nos encontraremos en tus directos?
Al inicio de cada concierto hacemos esa mezcla descabellada con algunas de las canciones que van desde el principio de mi carrera hasta el día de hoy. Cuando las estaba uniendo me di cuenta de que tenía un montón de álbumes con Racer X y Mr. Big y que no tenía el tiempo que desearía para poder tocar la música que quiero tocar, así que me dije: «Voy a coger este trozo de esta canción, este solo de esa y las pondré juntas». La mezcla dura sobre 40 minutos. ¡Probablemente el público acabará aburrido después de tanto rato! (risas).
Es una experiencia intensa. Es genial ver al público reconocer cada canción y ver a algunas personas saltar y pasárselo en grande.
Básicamente, intento recopilar toda mi discografía en 40 minutos y después tocar temas del nuevo álbum y otras cosas como Technical Difficulties [tema del disco homónimo de Racer X] o algunos de mis hits de YouTube.
Thomas Lang está en la batería y hace un solo alucinante. Pete Griffin es un bajista increíble y se marca un solo al final de una de las canciones.
Llevamos un mes en la carretera y ya han empezado a surgir esas cosas que aparecen cuando empiezas a convertirte en una banda con todas las letras. No había tocado con Pete antes de este tour. Estamos empezando a experimentar ese tipo de cosas que no se pueden predecir, pero que surgen cuando llevas tocando un tiempo.
HB – Imaginamos que eso forma parte de la magia de los directos, que hay espacio para la improvisación.
Como guitarrista mi actual pasión es convertirme precisamente en un mejor músico de improvisación. Cuando era más joven podía improvisar con los dedos, sabía las escalas, dónde colocar los dedos y cómo tocar siguiendo las escalas, pero básicamente eran patrones. Ahora intento improvisar más a oído, melodías y frases rítmicas.
HB – ¿Qué crees entonces que es más difícil: improvisar a oído o usando la teoría?
Estoy mejorando [en la improvisación], pero al principio era todo un reto porque sabía cuáles eran las notas correctas a la hora de tocar, pero en parte sabía demasiado. Si escuchaba una frase con tres notas y sabía siete, luego pensaba en qué otras tres o sietes notas podía tocar. Así que tuve que estudiar y practicar mucho.
En parte es como una escultura. Empiezas con un bloque y tienes que ir deshaciéndote de esas partes que no necesitas. Tengo que hacer eso para mejorar mi forma de tocar. Si quiero crear una bonita pieza, tengo que quitar algunas partes. Es un poco lo que estoy haciendo ahora.
HB – Has compartido el escenario con otros grandes guitarristas como John Petrucci o Joe Satriani (G3, 2007), ¿cómo fue la experiencia?
Una de las cosas que más me gustaron fue que al final de cada concierto podíamos tocar e improvisar juntos. Solía haces jams cuando era más joven, pero como casi siempre era el único guitarrista en el grupo, no podía improvisar con otros guitarristas. Y ¡me encantaba! Era muy divertido. Fue una de esas cosas que me empujó a ser mejor improvisando.
Ahora en la gira, cada día doy clases VIP y algunos guitarristas vienen antes de la prueba de sonido y tocamos e improvisamos juntos. Hoy he estado tocando con dos chicos de Barcelona. Es genial poder conversar con otros músicos.
Creo que una de las razones por las que tardé tanto en descubrirlo es que empecé mi carrera como guitarrista de heavy metal y, en su mayoría, el heavy metal es muy estructurado. Para mí los estilos que eran… que son más fáciles para improvisar son el blues, el jazz simple, el rock’n’roll lento o incluso algo de Hendrix va genial para ello, pero que sea del tipo blues en algún punto. Creo que eso es una de los factores que me atrajo del blues: el «estado de ánimo», el tipo de acordes que van de lujo para improvisar.
HB – Quizás ésta sea una pregunta algo compleja, pero, ¿cuál crees que es el mejor riff que has escrito?
Oh Dios mío! [se queda unos segundos pensando] Creo que sería la intro de Green Tinted Sixities Mind [perteneciente al álbum de Mr. Big «Lean into it», 1991] [empieza a tocarla con su Ibanez Fireman sin enchufar]. Más melódica.
Además de esa, en la mezcla [de los primeros minutos de los conciertos] tocamos un trozo de una canción llamada Bliss, la cual es algo más rápida [empieza a tocarla] y cuando tocamos esa parte hay un subidón de energía [empieza a tararear]. Un momento de lo más emocionante del directo.
Me gusta Scarified [del álbum en directo «Acoustic Samurai», 2003], la cual fue inspirada por el batería [toca algunas notas]. Primero apareció la parte de batería y luego añadimos notas por encima.
Del nuevo disco me gusta Everybody Use Your Goddamn Turn Signal [empieza a tocarla]. Es funky. Me gustan muchos. Espero que el mejor esté por venir.
HB – ¿Cómo es tu rutina de ensayo/calentamiento?
Para los músculos hago tapping en tres cuerdas [nos lo muestra] y eso va bien para calentar la mano derecha.
Para la izquierda, toco tres notas de una cuerda y luego dos notas y confundir así a mi mano, ya que ésta se espera seguir el mismo patrón. Si hay tres, tiene que ser tres en todas partes: uno, dos, tres; uno, dos, tres. En cambio confundo a mi mano con: uno, dos, tres, uno, dos; uno, dos, tres, uno, dos. De hecho se necesita más solidez para hacerlo. Luego hago variaciones [toca un lick usando ese patrón alterno]. De este tipo. Para mí, por eso, no es tan divertido de tocar, simplemente es para ejercitar los músculos. Prefiero la composición.
En general tiendo a practicar blues o incluso rock’n’roll de la vieja escuela. Hay un tema de Little Richards titulado Slippin’ and Slidin’ que tiene algunos cambios de blues y con el que intento hacer solos por encima [comienza a tocar la canción de Little Richards e improvisa un solo].
HB – ¡Buah, qué pasada!
Esto es nuevo, no podría haberlo hecho cuando era adolescente. No es algo tan técnico, es más algo cerebral que algo estrictamente interpretado con los dedos, es el conocer mejor a tu instrumento.
HB – Háblanos sobre tu equipo. Tocas Ibanez y tienes tu propia firma…
Siempre estoy pensando en crear nuevos modelos. Ésta es una de las ventajas de ser endosante, que puedo idear cómo podría ser una guitarra, luego hago un prototipo con photoshop y lo envío.
[Señalando a la guitarra que sujeta] ¡Ésta es única! Esta Ibanez está inspirada en una botella japonesa de sake. Estos [los controles de tono y volumen] son los tapones de la botella y el resto del diseño va acorde con ésta.
HB – Hace años tenías una sección el la revista Total Guitar donde enseñabas algunas técnicas y ahora de forma regular enseñas en el Guitar Institute of Tecnology (GIT). Háblanos sobre tu experiencia como instructor. ¿Qué es lo que enseñas exactamente y qué es con lo que más disfrutas en tu rol de profesor?
Lo que me gusta es eso de tener una escuela online y que los estudiantes te envíen sus propios vídeos. Me ayuda mucho ya que puedo escuchar cómo suenan. Cada clase que imparto está personalizada para cada alumno y cada uno de ellos toca de forma diferente.
Lo sorprendente es que hasta ahora no me había dado cuenta de lo importante que es la posición de la mano a la hora de tocar. La posición para tocar rock es diferente a la de clásico. Nunca le había prestado mucha atención a eso cuando estaba aprendiendo a tocar. Escuchaba música rock y lo único que quería era sonar igual, así que me quedé con la posición de mano para tocar ese estilo. Era algo natural, pero ahora veo que muchos tocan con la posición para tocar clásico. Para tocar ese tipo de música va bien, pero cuando intentan tocar rock no lo es tanto.
Para mí, uno de los elementos clave del rock es el vibrato, el bending de la cuerda [toca unas notas con vibrato]. Hoy he dado unas clases a dos chicos y cuando estábamos improvisando les he animado a probarlo y no estaban muy convencidos a hacerlo. Les daba como un poco de miedo a intentarlo [se ríe].
HB – Para aquéllos que son principiantes puede ser algo difícil de hacer.
Si yo soy su profesor no es difícil porque puedo enseñarles cómo tocarlo bien [se ríe]. La cosa es que tienes que practicar cada día para así mantener dura la yema de los dedos. Si te tomas unas vacaciones de una semana cuando vuelves es como «¡ay!», pero si tocas cada día una hora, estarás bien.
HB – ¿Qué consejo le darías a un guitarrista que esté empezando?
Pues le diría que empiece aprendiéndose los acordes abiertos y si quiere tocar rock, siempre que pueda, que use el pulgar por encima del mástil. No se puede usar al 100% porque no tendría sentido según con qué notas, pero puedes hacerlo con muchos acordes.
Si te fijas, Paul McCartney cuando toca la guitarra acústica, Pete Townshend de The Who, Joe Walsh de The Eagles o Jimi Hendrix lo hacen (hacían). ¡No tengas miedo del pulgar!
[Teníamos más preguntas preparadas, pero el tour manager nos avisa de que Gilbert necesita preparase para el concierto y que sólo tenemos tiempo para hacer una pregunta más. Decidimos ir a por una clásica de HB]
HB – ¿Dónde te ves como músico en 5 o 10 años?
Es difícil romper con tu pasado. Soy consciente de que el público quiere escuchar material que ya conoce y que es familiar y precisamente eso es lo que hace que siga tocando clásicos de Racer X o Mr. Big, pero en el futuro quiero convertirme en un mejor improvisador. Tocar ese tipo de música que me permita improvisar. Sumergirme en las texturas del blues, incluso la energía del rock o tal vez la sofisticación del jazz. Eso es nuevo para mí. Tengo que ser precavido a la hora de intentar hacer algo de lo que no tengo tanta idea, pero sigo estudiando y aprendiendo.
HB – Pero tienes mucha experiencia a tus espaldas.
Bueno, lo intento [se ríe].
HB – Gracias por tu tiempo y te deseamos lo mejor en tu concierto de esta noche.
¡Muchas gracias y qué disfrutéis del show!
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