“Desconfía de los desconocidos.”
Y de esa premisa parte “La Desconocida”, el inquietante y espeluznante nuevo thriller sobre ciberacoso a menores dirigido por Pablo Maqueda y protagonizado por Laia Manzanares, Manolo Solo y Eva Llorach.
Esta turbia adaptación de la exitora obra teatral Grooming de Paco Bezerra con tintes Hitcockianos y claros referentes a Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, dará el salto a la gran pantalla el próximo 9 de junio, tras su presentación en el BCN Film Fest y formar parte de la Sección Oficial del Festival de Málaga.
En Hot BuZz (Mag) no hemos adentrado en la madriguera para entrevistar a Laia Manzanares y Pablo Maqueda y conocer de primera mano todos los secretos sobre la nueva cinta de Filmax.
En esta primera parte de la entrevista nos sentamos con Manzanares para hablar sobre Carolina, su enigmático personaje en “La Desconocida”, los peligros de las redes, psicología, feminismo, Tarantino, Uma Thurman y ¡muchas cosas más!
HB – Primero de todo, enhorabuena por la película. Somos fanes del género y ésta tiene mucho misterio y es bastante tensa. Cuéntanos cómo te cayó el papel de Carolina.
A través de casting que hicimos como hace cinco años o así. Me llegó el guión y dije: “¡A topé con esto!”
Me declaro una privilegiada y afortunada por poder vivir de esto [cine] y de hacer un personaje como Carolina de “La Desconocida.”
HB – Háblanos de tu personaje, Carolina. Es un personaje bastante intenso.
Es un personaje intenso, ambiguo, oscuro y muy divertido de interpretar dentro de la incomodidad, porque la película básicamente empieza con un caso de grooming.
Carolina tiene 16 años y chatea con Leo, que aparentemente tiene 16 años, y luego descubrimos que no es verdad, que es un hombre que le ha chantajeado para encontrarse con ella en un parque y…
HB – Es un poco siniestro.
Sí, es un poco siniestro.
HB – Igual es una pregunta complicada, pero ¿qué hay de ti en este personaje?
Pues es que al final hay mucho. Yo siempre pienso que todos los personajes que interpreto son versiones de Laia en otro contexto, en otras circunstancias. Es como si a Laia le hubiera pasado esto porque al final lo que pongo ahí es mi cuerpo. Si a este cuerpo y a este ser le hubiera pasado todo esto, ¿cómo lo viviría?
Me siento muy identificada hablando de acoso y abuso porque es una cosa que, desgraciadamente, creo que todas las mujeres podemos afirmar que lo hemos sufrido aunque sea una vez en nuestra vida, que seguro que no sólo es una vez. Todo tipo de abusos de poder, sexuales, de lo que sea.
Para mí había algo como de reconciliar a mi Laia más joven, y la más adulta también, pero desde un lugar más infantil o adolescente en el que se encuentra el personaje y poder meterse otra vez ahí y reconciliarse con haber sufrido esto.
HB – Ha sido un poco catártico, ¿no?
Sí, sí.
HB – Antes también hablaba con Pablo [Maqueda, director] sobre otro de los temas de la película que es el peligro que pueden suponer a veces las redes sociales. Tras participar en la película, ¿has sentido como que has de tener más cautela a la hora de utilizarlas?
Siempre las he utilizado con un poco de cautela. Yo era adolescente en el momento en que internet llegó a las casas y entonces era como que estuve a punto de caer en [esas] trampas igual y decir: “esto es muy peligroso realmente.”
Internet en ese momento era muy pequeño, ahora es gigante. Vivimos en la era de internet, lo es todo. Ahora también los niños y niñas tienen acceso a internet desde más jóvenes. Entonces el peligro ha aumentado. El campo es más grande, pero hay más minas.
Me parece un tema que no veo que se hable mucho de él y está a la orden del día. No me puedo imaginar cuántos casos de grooming debe haber ahora mismo sólo en esta manzana del barrio de Sant Antoni y me da mucho miedo pensarlo.
Me encanta que esta peli abra este melón para que la gente pueda [conocerlo]. Yo ahora estoy hablando de esto cada día y es algo que tenemos que hablarlo cada día, ¡y 15 veces si hace falta!
HB – Bueno, está bien que se hagan este tipo de películas para concienciar a la gente de que aunque internet tiene maravillas, también es peligroso. ¿Y qué tal es trabajar con Pablo y Manolo Solo [coprotagonista]?
Es un equipo bastante guay y cada uno por su lado también. Pablo es un cinéfilo y tiene una cabeza increíble. Ama esta historia porque llevaba mucho tiempo escribiéndola y trabajando en el guión, en la adaptación. Ha sido muy bonito y muy fácil.
También hubo muchos ensayos, lo cual siempre le agradeceré a Pablo, porque normalmente en audiovisual no se ensaya. En teatro sí, siempre tienes como un mes y medio previo al estreno, que tampoco es mucho, pero en audiovisual a veces vas, lees dos escenas y ya nada más.
Aquí sí que hubo tiempo y espacio para para conocernos, entender de qué forma funcionamos, generar vínculos de complicidad para luego llegar al set y que fuera un espacio seguro para poder hablar de espacios inseguros. Si el set hubiera sido un espacio inseguro, esta peli ya nos habría hundido la salud mental. Entonces muy guay poder haber hecho esta previa para llegar ahí [rodaje] habiendo una amistad.
HB – ¡Qué guay! ¿Y cómo preparas tus personajes y éste en concreto?
Depende mucho del personaje. Intento integrarlo en mí, pero buscándole lo suyo. Cada personaje tiene una forma, una corporalidad, una voz.
[Para] éste me ayudé mucho del guión porque me daba todas las claves para entender al personaje y evidentemente de Manolo porque él era quien me miraba a los ojos al final y me daba muchísimas cosas.
HB – Antes también hablabas de experiencia personal previa…
Claro, pero cuando estás ahí a veces también te obcecas buscando algo dentro de ti y todo lo que necesitas saber está fuera. Es mirar que te da [tu compañero] y responder. “Uy, esto me ha dolido” y no es buscar dentro de mí [y decir:] “esta frase me va a doler”, sino escuchar bien cómo el otro te lo dice y ya te duele.
HB – ¿Cómo fue el rodaje en sí? La gran mayoría de escenas eran de exterior.
Fue un poco duro y hacía mucho frío. Eran muchas horas también para mí. Era la primera vez que me enfrentaba a tantas horas de rodaje. Literalmente estaban todas las secuencias de la película [en exteriores] y estaba rodando 11 horas al día, pero esto también me hizo darme cuenta de lo mucho que me gusta hacer cine.
HB – También has hecho teatro y televisión, pero imaginamos que cada formato tiene su encanto.
Absolutamente. Ya había hecho algunas películas previamente, pero ésta fue la primera en la que estaba 24/7 metida en la película y me dije: “Esto me encanta. Esto me vuelve loca.”
HB – Leí no hace mucho de que tenías interés en la psicología y la filosofía. ¿Lo has aplicado en el personaje de Carolina en algún punto?
¡Siempre! Para mí la psicología y la interpretación van muchísimo de la mano. Al final es indagar en el funcionamiento de nuestra psique, en cómo nos comportamos los humanos.
También es un poco sociología o antropología. Me encantaría tener todas estas carreras, cosa que no sé si va a pasar, pero creo que con mi trabajo me las estoy sacando un poco todas porque al final va de explorar, empatizar con personas que en la vida real tampoco empatizarías. Lograr entender de dónde sale la oscuridad que tenemos todos, sacarla a la luz para que deje de ser oscura y poder hacer algo con ella.
HB – Te permite jugar un poco, ¿no?
Sí, sí y comprender más la complejidad del ser humano. Estamos obcecados en encajar en unos parámetros sociales y de comportamiento que luego salen por la puerta de atrás atrás.
HB – En alguna ocasión has comentado que “Kill Bill” es uno de tus referentes. El personaje que interpretas en “La Desconocida” también es muy intenso y cañero, bueno, tiene muchos matices, pero imaginamos que te gustaría hacer algo como “Kill Bill” o explorar otro tipo de personajes.
Me chiflaría. ¡Y también me encantaría ser Uma Thurman! [risas]. Me impactó muchísimo esa película. La vi de muy pequeña, cuando salió prácticamente o poco después, y despertó en mí el gusanillo de ser actriz.
Y de ser una mujer fuerte. Estaba acostumbrada a tener referentes de mujeres que eran débiles, que eran simplemente un complemento de los hombres y es una cosa que nos han metido por todos lados, con lo que he tenido que luchar mucho para salir de estos encajes sociales de lo que significa ser mujer. De romper el binarismo, romper todo y para mí “Kill Bill” rompía esto.
Era ver un personaje femenino fuerte, que toma sus decisiones, que se venga, que puede ser mala, que no tiene que ser la niña buena que sonríe y asiente. Bueno, peliculón.
HB – ¿Qué otros referentes cinéfilos tienes? Si tuvieras que recomendar otra película, ¿cuál sería?
“Promising Young Women”. Es una que me han comparado antes un poco con “La Desconocida”.
Hace poco me preguntaron: “¿Qué peli te gustaría haber hecho que ya exista?” y yo dije [ésta] porque también tiene personajes femeninos que se salen del molde de la feminidad, pero no dejan de ser personajes femeninos. Como que amplía el concepto femenino. Ya que no salimos de la feminidad y masculinidad, al menos que cada una tenga un lugar más amplio en el que desarrollarse.
HB – La trama de “La Desconocida” ya llama, pero si tuvieras que definir la película en un par de frases para enganchar aún más a los espectadores y que vayan en masa a las salas de cine. ¿Qué les dirías?
Yo la definiría como una película que es incómoda y turbia, pero que plantea preguntas y genera debates que son muy necesarios.
HB – Ahora también estás metida en el mundo de la música…
[Risas] Muy como hobby. Básicamente con una amiga que llevamos años diciendo: “¿por qué no hacemos algo?”
Yo toco el ukelele, la guitarra y un poquito el teclado. Lo he aprendido todo de forma autodidacta en mis ratitos de paro en casa.
Ella toca el chelo y tiene más nociones musicales, pero siempre nos ha apetecido hacerlo y ahora nos hemos encontrado en el momento vital en el que las dos tenemos algo de tiempo y algo de energía.
No queremos ser músicos, [sólo] queremos hacer canciones. Quedamos, buscamos frases que nos hagan gracia y que rimen un poco y nos lo pasamos super bien. Lo que hacemos es de risas total.
HB – Igual en un futuro vemos a una Laia, que además del cine y el teatro, está metida del todo en la música…
Queremos hacer conciertos, pero más en petit comité para que vengan cuatro amigos y nos echemos unas risas.
HB – ¿Cómo te ves en cinco años?
Me gustaría seguir trabajando en esto y seguir aprendiendo, ser feliz y estar tranquila conmigo misma.
HB – ¿Hay a alguien en especial con quién te gustaría trabajar?
Con mucha gente, pero me encantaría trabajar con Tarantino en la que dicen va a ser su última película. Por cerrar el círculo: “Yo empecé por esto. Yo quiero que tú termines conmigo”, pero, no sé, si tienes algún contacto directo con Tarantino… [risas]
HB – ¡Ojalá! [risas] Aunque bueno, ahora aquí estamos con Laia Manzanares. ¿Qué más se puede decir? [risas] ¿Y qué otros proyectos tienes a la vista?
Tengo un par de pelis por estrenar. Estrenamos “Quest” de Antonina Obrador en el Festival de Mallorca en julio y este año rodamos “Lo que Queda de ti”, una ópera prima de Gala Gracia con Ángela Cervantes en Huesca y que no tiene fecha de estreno, pero que está ahí en el horno.
“La Desconocida” llegará a las salas de cine el próximo 9 de junio.
Lee nuestra entrevista exclusiva con Pablo Maqueda, director de «La Desconocida», para conocer más.
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