Recientemente asistimos a la presentación en Barcelona de «Hijos del Átomo: Once visiones sobre la Patrulla X», el nuevo título de la colección Héroes Modernos, que ya puede encontrarse en las librerías. Se trata de una selección de ensayos que abordan desde diferentes ópticas uno de los fenómenos más populares de la historia del cómic: la familia de superhéroes creada por Stan Lee y Jack Kirby en los años 60: la Patrulla X.
La Patrulla X lleva cinco décadas siendo uno de los mayores hallazgos del mundo del superheroe. Este universo ficticio ha ido mutando con el tiempo (nunca mejor dicho), evolucionando, haciéndose más complejo, iniciando y cerrando arcos argumentales e incluso exitosas sagas cinematográficas. Y es que personajes como Magneto, Bestia, el Profesor Xavier, Cíclope y compañía siguen encandilando al gran público por la cantidad de lecturas e interpretaciones que tienen sus actos, ya sea en el terreno de la ética, de la política, de la sexualidad, y un largo etc., convirtiéndolos en mucho más que un simple entretenimiento para adolescentes.
Este libro, que salió a la venta el 25 de mayo, ha sido escrito colectivamente por reconocidos especialistas de la cultura del cómic. Pretende analizar esta saga de sagas precisamente en este sentido, a través de estas lecturas que van más allá del mero conjunto de sus viñetas o de sus películas de alto presupuesto. De la mano de sus autores, ahondamos en los orígenes sionistas de Magneto, la dimensión transgénero de Mística, los dilemas éticos de los mutantes y tantos otros temas que sitúan a estas criaturas no tan diferentes de nosotros como una metáfora de nuestro mundo.
El acto de presentación estuvo moderado por Javier Blánquez, de la editorial Alpha Decay, y contó con la presencia de algunos de los autores del libro: el periodista Albert Fernández, Joan Trejo (que aportó la idea inicial para la obra), el crítico de cultura pop Jordi Costa, y finalmente Eloi Fernández Porta, crítico y analista. Ya antes de empezar la presentación desprendían un aura colectiva de profundo conocimiento oculto y sus observaciones, teñidas de humor gamberro, inteligencia y frikismo, no decepcionaron en absoluto nuestras expectativas.
Guiados por las preguntas del, en comparación, inexperto pero incisivo Javier Blanquez, los distintos autores fueron turnándose para responder a las distintas cuestiones que se fueron planteando. Empezaron asegurando que, pese a que los temas que trata el libro ya son de por si profundos, no pretendían excederse en este aspecto y esperaban haber creado una lectura amena, ya que consideran el cómic como alta cultura, pero una cultura cercana a la gente y accesible. Desde el mismo inicio de la charla expresaron unánimemente que la Patrulla X es un reflejo y metáfora de la realidad. Por ejemplo, la lucha de los mutantes por sus derechos y su libertad resuena en figuras como Martin Luther King y tantas otras personalidades históricas. Albert Fernández habló de su fascinación por estos personajes, esta Patrulla X con tantas capas filosóficas y metafóricas. Fascinación compartida con Jordi Costa, que añadía que es consciente de esta profundidad deliberada, pero también de que es cultura pop y tampoco es necesario «volverse locos» con ella. Apartheid, sionismo, antisemitismo, racismo, homofobia… En esta historia de historias Costa dijo ver todas estas ideologías y otras muchas, pero algo que también dijo encontrar fascinante es cómo la psique de cada autor, guionista o dibujante se filtra y se plasma dentro de cada una de sus historias. Eloi Fernández, por su parte, reflexionó sobre cómo esta saga trata sobre el cambio, el proceso de la transformación. La mutación, en suma. En este aspecto aseguró ver grandes paralelismos entre Mística, el personaje en que basa su ensayo, y la Metamorfosis, de Ovidio, dada la similitud de una de las primeras parejas de esta con uno de los protagonistas del mito: una mujer ciega y adivina. Para él se trata de un guiño difícilmente dado por el azar, en unos personajes en los que la orientación sexual atípica, el cambio de género, la sensualidad y la sexualidad en general suponen aspectos centrales y definitorios. A nivel de la Patrulla X en general, el sexo, la raza y la adolescencia son para él las tres grandes cuestiones que trata esta historia y alrededor de las que se basa su argumento, y algo que le resulta sumamente interesante.
También hablaron sobre la relación entre el cómic y sus adaptaciones a la gran pantalla. A su entender, la mera estructura de la industria cinematográfica tiende a distorsionar las historias presentadas en los cómics, ofreciendo una versión simplificada y desestructurada, debido a la propiedad de los derechos que rigen comercialmente a los distintos personajes, y otros aspectos relacionados. Sin embargo, voces como la de Jordi Costa defendían hasta cierto punto estas adaptaciones, destacando el impulso y reconocimiento que le han dado a sus respectivos cómics, diciendo que «al menos lo intentan». En cualquier caso, estas mismas voces que ven cuidado en las versiones cinematográficas también reconocen que no perciben en ellas la magia de los originales.
A la pregunta del moderador sobre por dónde empezarían, si por las películas o los cómics, la respuesta casi unánime fue que por los cómics, que representan un gran trabajo de artesanía muy personal. Joan Trejo llegó incluso a defender de manera entusiasta que, si la propia economía lo permite, deberían leerse todas, absolutamente todas las sagas de cómics para empezar, reflejando su propio saber enciclopédico, casi bibliotecario. Sin embargo Eloi Fernández pedía cautela, dado que aquellos que crean mitos tan exitosos como la Patrulla X y otras sagas han de ser conscientes de la repercusión que puedan tener, y de lo que supone ceder a las grandes compañías los derechos sobre estos.
Más tarde, tras la observación del moderador sobre la cultura adolescente, explicaron cómo los X-Men reflejan un poco una lección de vida. Se trata de personajes jóvenes que nacen con su diferencia, no son picados por ninguna araña radioactiva ni sufren ningún accidente. Los cambios que sufren y la confusión y rechazo posteriores son elementos con que todos podemos sentirnos identificados. También destacaron cómo combinan esta dinámica adolescente con pequeñas dosis de cierto humor gamberro que se ríe de todo sin distinción, a la vez que cambia el cómic su código de lenguaje para, de vez en cuando, combinar su narrativa con tramas más cercanas a las historias románticas o «para chicas». Todo un universo complejo con guiños no planeados a la naciente cultura de los nerds.
En resumen, toda una metáfora sobre el cambio, la lucha humana por encajar la diferencia y una reflexión sobre la normalidad, porque, ¿qué es normal, en definitiva?
La jornada terminó con una animada tanda de preguntas del público en que los presentes superaron todas nuestras expectativas en lo que a conocimientos secretos del mundo del cómic se refiere, sorprendiendo y impactando por igual, de la mano de unos seres dignos de la escuela del profesor Xavier.
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