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Debut de Mustasch en España

Texto por David García

Fotos por Cristina Martínez

 

Gran bolo el que se marcaron los suecos Mustasch este miércoles en la Salamandra de l’Hospitalet. Los de Gotemburgo nos visitaban con nuevo disco bajo el brazo (Sounds like hell, looks like heaven) pero eran conscientes que éste era su primer show en España. Por eso, y aunque repasaron algunos cortes del último trabajo (Speed metal, It’s never too late, I don’t hate you… que el público recibió muy bien), la banda decidió basar el set en los temas más conocidos de su carrera. Así, Mustasch desgranaron uno a uno pequeños clásicos de su repertorio como Down in black, Parasite, Mine, Accident blackspot, Double nature, Deep in the woods, Heresy, blasphemy o la gloriosa Bring me everyone.

La banda se veía suelta en todo momento y el cantante, Ralf, no dejó de bromear e interactuar con un público justo en número, pero muy entregado. En un par de ocasiones, bajó a tocar a pie de sala, aprovechando para beberse todos los tragos a los que le invitaban, besuquear a las chicas (y algún chico) que se encontraba en el camino y, en general, hacer un poco el payasete, que siempre es de agradecer. Como curiosidad, ambas veces que estuvo entre el público, el frontman se puso a tocar al lado de un chico en silla de ruedas que estaba en las primeras filas (un gesto, sin duda, hecho con la mejor de las intenciones, pero que pareció incomodar un poco al pobre chaval). Por otro lado, el resto de los asistentes disfrutaron posando con el bueno de Ralf y, en general, ese metal con aires setenteros que tan bien se les da a Mustasch hizo las delicias del público (las de algunos, hay que decirlo, más que las de otros. Y es que fue la primera vez que veía a una pareja intentar tener sexo oral en primera fila de un concierto heavy…).

Para los bises, la banda se guardó dos cañonazos: la cañera Black city y el que, al menos para mí, es su mejor tema, I hunt alone, un broche perfecto para su estreno en nuestro país. Por ponerle alguna pega a un bolo casi redondo, puedo decir que la duración justita del mismo (unos 70 minutos) hizo que se quedara fuera del set alguna canción que no suele faltar en sus conciertos, como 6.36, The dagger o Ratsafari. Pero bueno, aprobado alto para los suecos en su primera visita, esperemos que repitan.

          

Los encargados de abrir la velada fueron los barceloneses The cannibal queen. Reconozco que sólo me dio tiempo a ver su dos últimas canciones, un temazo llamado This is absolution y una apañada versión del Breed de Nirvana. Les seguiré la pista.

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