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Reseña sobre la nueva cinta del realizador gallego Ignacio Vilamor y entrevista al elenco protagonista y al responsable de la misma.
Por Thaïs Parvez Montesinos y Pablo Agustí Chinchilla
Tras su exitoso recorrido comercial en Galicia y su paso por varios festivales internacionales (Nueva York, El Cairo, Cannes), la película gallega “Vilamor” (Vía Láctea Filmes, 2012) llega a Cataluña arropada por su director y sus protagonistas, quienes a pesar de contar con una agenda muy apretada, reciben a Hot BuZz (mag) para contestar una aplastante ronda de preguntas. “Vilamor”, dirigida por Ignacio Vilar y protagonizada por Rubén Riós, Xoél Yáñez y Sabela Arán, fue estrenada a finales de Marzo de 2012 y ha recibido los elogios de crítica y público que le han valido 18 candidaturas a los premios Goya, además de conseguir posteriormente expandir su proyección a otros territorios. La película debutó el pasado Viernes 17 de Mayo en los cines de Cataluña.
“Vilamor” cuenta una historia cronológicamente ambientada en el final del franquismo, momento en el que una recóndita aldea gallega recibe la inesperada visita de un homogéneo grupo de jóvenes idealistas que pretenden formar una comuna recuperando y reformando uno de los pueblos abandonados de los alrededores. En el clima social de la época, su llegada causa una previsible controversia e incluso rechazo, provocando situaciones tensas entre la población local y sus nuevos vecinos. El protagonista, Breixo, interpretado por Rubén Riós, es un joven seminarista de firmes, pero benévolas convicciones religiosas y sociales que no podrá evitar sentirse intrigado por esa clase de vida por razones dudosas. A lo largo de su convivencia con el grupo de jóvenes, se enfrentará por primera vez con los conceptos (y en determinados casos, la práctica) del amor libre, la ausencia de la propiedad privada, el consumo de estupefacientes con todo lo bueno y lo malo que eso acarrea, la introspección espiritual y el enamoramiento. Todo ello le llevará por un camino de descubrimiento, de acierto, de error y, en suma, de madurez, que en ocasiones le alejará de su familia y vecinos y, a veces, incluso de sus propias convicciones originales.
La cuarta cinta del realizador gallego relata una historia compleja con un importantísimo componente humano y para comprenderla en mayor profundidad, el equipo de Hot BuZz (mag) entrevistó, poco antes de su estreno catalán, a su director y a los actores protagonistas, Rubén Riós, Sabela Arán (Sonia) y Xoél Yáñez (Hermes).
Ataviados con las camisetas promocionales de la película, la “Caravana Vilamor”, nombre con el que se conoce a su recorrido promocional por nuestro país e identificado con una simpática furgoneta Volkswagen al estilo hippie, los responsables del film se mostraron cercanos y agradables desde el primer momento y expresaron la excitación que les supone este nuevo estreno del que se sienten razonablemente confiados dada la buena acogida que ha cosechado en otras comunidades, festivales y demás eventos.
Ante nuestras preguntas sobre el origen del proyecto que culminó en “Vilamor”, su director nos cuenta cómo nació a partir de un documental llamado “A aldea: o antigo e o novo” (2000), realizado por él mismo y que relata la situación de aquellas aldeas recónditas y parcial o totalmente abandonadas que salpican nuestro entorno geográfico; cómo con el paso de la población a las ciudades muchas aldeas han caído en una especie de olvido o letargo y cómo algunas han sido recuperadas y restauradas en ciertos casos. Durante su realización llegó a sus oídos la historia real que finalmente se convertiría en “Vilamor”, y hace tres años consideró que era el momento adecuado para llevarla a cabo. Tras cierta investigación descubrió que la comuna original seguía existiendo, pero inevitablemente con un carácter distinto. La mayoría de los habitantes originales que inspiraron esta historia se marcharon del lugar a partir del 1982, momento en que empezaron a llegar elementos malsanos a la comunidad relacionados con el consumo de drogas. Hoy en día son personas de edad avanzada a las que el director buscó y entrevistó. Pese a todos los años que los separan de aquella época y a que muchos han perdido el contacto entre sí, siguen coincidiendo en describir aquella etapa como una experiencia de verdadera libertad y siguen siendo personas comprometidas con la reflexión y el cambio social.
La película viaja en el tiempo hasta la década de los 70, durante la Transición Española, una época de cambio que aun adolecía de una falta de libertad general en la que la mujer seguía ocupando una posición social injustamente inferior y oprimida. Fue un momento de reflexión forzosa y, para algunos, supuso una oportunidad en la búsqueda de justicia y de renovado contacto con la naturaleza. Vilar explica cómo esa etapa está más relacionada con el presente de lo que uno pensaría a simple vista, “cómo todo lo que intentábamos dejar atrás por entonces está volviendo a la sociedad: desigualdades sociales y económicas, desconexión con la naturaleza, y un largo etc. Una vuelta atrás.” Pese a todo, reitera que se trata de una película con conciencia, pero completamente disfrutable y apta para el público adulto en general.
A pesar de la reiterada petición habitual de ajustarse también el cinturón a la hora de financiar nuevos proyectos de cine patrio, el cineasta comenta hasta qué punto el éxito de su película anterior, “Pradolongo” (Vía Láctea Filmes/Televisión de Galicia, 2008), ayudó económicamente a que “Vilamor” viese la luz, pero el rodaje ya fue otro cantar. Los entrevistados destacan la importancia del paisaje en una película como ésta. Se trata de los Ancares y Fonsagrada, localizaciones remotas que pusieron a prueba al equipo tanto físicamente como a nivel logístico debido a sus temperaturas extremas y a su aislamiento. Es precisamente este aislamiento lo que atrajo a esa clase de mentes jóvenes a la región en primer lugar, y fue un atributo que el equipo admite haber disfrutado en cierta medida, esa clase de desconexión de la sociedad que permite a una persona conocerse a sí misma.
Además de jugar bajo ese contexto de represión y revolución social y política de la década de los setenta envuelto en un marco paisajístico sin igual, la película, entre otros aspectos, narra una historia de amor entre personas con políticas e ideologías completamente opuestas, según confiesa Rubén Riós. Les supuso todo un reto hacerla creíble, un reto que admiten haber superado en parte gracias al uso de la ironía, un triángulo amoroso cimentado por el antagonismo y unido por el contraste. Vilar comenta que aun así los personajes cuentan con puntos en común, como su edad, sus inquietudes, representadas por su amor a la lectura, atributo que al personaje de Breixo le sorprende agradablemente encontrar en una mujer, en aquella época, y, por encima de todo, el amor que sienten hacia su tierra. Ésto constituye para Breixo una experiencia de descubrimiento y la entrada a un mundo desconocido para él. Para el conjunto de sus personajes, supone el conflicto entre un pragmatismo hiriente rebosante de recursos y experiencia y un idealismo radical y bastante inexperto en los asuntos prácticos de la supervivencia en esa clase de terrenos montañosos.
Por su parte, Sabela Arán desvela lo difícil que había sido identificarse con personas de una época pasada y una mentalidad tan diferente a lo que se puede encontrar actualmente. Para lograr su objetivo y encarnar adecuadamente a esa generación, visitaron a personas que vivieron aquellos tiempos y aquellas tensiones, entre ellos antiguos habitantes de comunas, seminaristas, etc.
Pero es precisamente ese tipo de tensiones y la dureza del rodaje lo que hizo que los miembros del equipo aprovechasen la ocasión para conocerse a si mismos un poco más y aprendiesen cosas nuevas sobre nuestra sociedad y sobre la naturaleza que nos rodea. Esta experiencia les había vuelto a poner en contacto con ideas que ya tenían en su interior y que el día a día urbano hacen olvidar en gran medida. El contacto con la naturaleza, la soledad, la introspección, el sentido de la armonía y la convivencia. Su director es especialmente explícito al llamar la atención sobre el valor de la tradición. Expresa lo curioso e irónico que tiene el hecho de que en la actualidad e incluso por aquel entonces, la comuna, con su actitud de superar el orden establecido, conserve las tradiciones de nuestros abuelos mejor que los paisanos que viven en sus alrededores.
Arán, que desde que era una niña siempre tuvo claro que quería ser “canta-baila-actriz”, admite que los momentos más sorprendentes y a veces tensos del rodaje se dieron debido a los animales, que tanto por encontrarse en plena naturaleza como por necesidad argumental eran muchos y, a menudo, impredecibles, en especial las abejas. La actriz explica con asombro cómo el encargado de estos insectos las apaciguó en cierta ocasión a base de humo y del sonido de una flauta. Por su parte, Riós descubre la tensión que sintió en cierta secuencia en que su sobrina montaba sobre un cabritillo; desgraciadamente esa escena se eliminó del montaje final de la película.
Vilar, que se formó como cineasta en Barcelona y posteriormente montó una escuela de cine, revela que siempre ha sido un “amante de las clásicas historias contadas junto al fuego” y ésta es precisamente una de ellas. En cuanto a la elección de actores para “Vilamor” reconoce que Riós, quien había participado en su película anterior, siempre fue una elección obvia para él, por un lado por su experiencia encima de los escenarios y, por otro, por ese poderío interpretativo que probablemente le venga influenciado por su actitud a superar un pasado algo caótico. Riós, quien también ha hecho sus pinitos como director y productor, confiesa que el teatro se convirtió en una fuente de gozo y en un elemento estabilizador para una infancia relativamente conflictiva y desde entonces dice haber ampliado su experiencia como artista, pero reconoce que continua inmerso en un proceso de aprendizaje tanto personal como profesional.
En cuanto al resto, los castings fueron pruebas abiertas a gente sin currículum aparentemente, y fue a través de ellos como los otros dos actores principales entraron a formar parte del proyecto. Vilar reconoce que fue una elección arriesgada, pero que el resultado superó con creces sus expectativas. Y prueba de ello es que la debutante, al menos en cuanto a conquistar la gran pantalla se refiere (ha hecho algunas apariciones en numerosos cortos y series como “Gran Hotel” o “Matalobos”), Arán fue galardonada con el premio Mestre Mateo a la mejor actriz femenina precisamente por su papel en esta película. De forma similar, Xoél Yáñez quien empezó su andadura en el teatro y en alguna serie como la exitosa “Cuéntame” y tras encarnar al amante de las plantas alucinógenas, Hermes, ha conseguido que le ofrezcan seguir en el mundillo de los largometrajes.
Otra de las cosas ha destacar es la calurosa acogida de la cinta por parte del público. El equipo comenta que la proyección del film en eventos al aire libre les ha permitido conocer, completamente por sorpresa, a algunos de los fundadores de la comuna original. Algunos se reencontraron tras décadas de separación gracias a la película y, en general, se mostraron emocionados por el hecho de que contasen parte de su historia. Los entrevistados confiesan que su recorrido promocional, basado en un nuevo modelo de comunicación cinematográfica con visitas a institutos, asociaciones culturales y otras instituciones, y todo eso añadido a su presencia en las redes sociales, ha ayudado en buena medida a difundir el film de una forma que va más allá del marketing fílmico convencional.
Y aún con la miel en los labios, saboreando el éxito acontecido por “Vilamor”, Vilar y su equipo ya empiezan a pensar en sus próximos proyectos. El director comenta su intención de realizar un trabajo a partir de la novela “A esmorga” de Eduardo Blanco Amor. Rubén Riós relaciona su futuro inmediato con festivales y la producción de películas, mientras Xoél Yáñez comenta brevemente su retorno ocasional al teatro y alguna otra interpretación cinematográfica. Ambos lo tienen claro. Para los protagonistas masculinos de la cinta lo ideal a partir de ahora sería ir moldeando su carrera en el universo del séptimo arte tomando como referencia a otro genio gallego del gremio, el incombustible Luis Tosar. Por último, los tres intérpretes desvelan su participación conjunta en una futura película ya prevista.
Tras el coloquio con los responsables de “Vilamor”, el equipo de Hot BuZz (mag) asistió a la première catalana de la misma en motivo del Día das Letras Galegas en los cines Filmax de Hospitalet, para visionar la cinta en versión original. Al acto asistieron los realizadores de la película, sobre la cual compartieron unas palabras de agradecimiento y cariño enteramente en gallego ante un auditorio a rebosar. Al finalizar la proyección, los protagonistas aprovecharon la ocasión para conversar con los espectadores e invitarlos a intercambiar opiniones sobre la cinta.
Después de infiltrarnos en la comuna de “Vilamor” y charlar con sus protagonistas, podemos decir que se trata de una película emotiva e idealista, pero consciente de su idealismo. Así, narra la historia de un territorio en proceso de cambio demográfico y social y de personajes de espíritu puro e ingenuo, cada uno a su manera, y se las arregla para defender estas buenas intenciones sin ocultar la banalidad y crudeza de muchas de las situaciones en que se ven abocados por culpa de su inocencia. Toda una muestra de realismo e inteligencia. Uno a uno, se irán enfrentando a situaciones difíciles que no sufrirían de no contar con sus contrapuestos idealismos, lo que permite un sin fin de posibilidades para emocionar al espectador e invitarle a la reflexión. El elemento humano, pese a su rol principal, no es ni mucho menos el único del film ya que éste cuenta con una sencilla, pero agradable y pegadiza banda sonora y presenta unos paisajes hermosos de amplios contrastes climatológicos, que constituyen en sí mismos un personaje en pleno derecho.
“Vilamor” ya se proyecta en las salas de cine de toda Cataluña.
A continuación os dejamos con el tráiler de la misma.
Trailer Vilamor from Vilamor on Vimeo.
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